En un primer momento, el tamaño de una cafetera profesional pudiera parecer como una característica no muy relevante a considerar al momento de buscar una para nuestro negocio.
No obstante, se trata de algo realmente importante. Antes que sea demasiado tarde, es decir ya que la hemos comprado, debemos tener presente el espacio que la máquina para café va a necesitar en nuestro establecimiento.
Es precisamente por ello que muchos recurren a buscar cafeteras industriales pequeñas, las cuales pese a su tamaño son perfectamente capaces de atender demanda importante de parte de los clientes que se pudiera tener a lo largo del día, especialmente dentro de las llamadas “horas pico”.
Si contamos con una cafetera muy voluminosa, lo que terminaremos haciendo es robarnos espacio dentro del local, el cual bien pudiéramos estar aprovechando para otras actividades, como por ejemplo, la preparación de otro tipo de bebidas o alimentos.
Una ventaja digna de mencionar que tienen las cafeteras industriales pequeñas respecto a las de mayor tamaño, es la limpieza. Quizás suene lógico, pero no podemos ignorar el hecho de que, a mayor tamaño, mayor suciedad es la generada tras la elaboración de cada taza de café.
Pero no sólo los restos de los granos son más en una máquina grande, sino que también el mantenimiento puede ser requerido más a menudo y por ende, resultar más costoso en relación a las pequeñas.
Otro punto a favor de las máquinas de menor tamaño es su practicidad para trasladarlas de un lugar a otro. En caso de que se presente algún desperfecto, será más fácil llevarla a reparación. Incluso, si en un futuro deseamos remodelar el local o nos mudamos a otro por la razón que sea, es mucho más sencilla la transportación de la cafetera.
Para finalizar, un detalle importante: el precio. Aunque como se mencionó son máquinas capaces de satisfacer un alto volumen de producción de tazas de café, existen otras opciones en el mercado, de mayor tamaño, las cuales ofrecen un desempeño aún mayor, ideal para los negocios que tiene una alta concurrencia de clientes todos los días y a casi todas horas. Debido a la diferencia en esta característica, es que las máquinas pequeñas son comúnmente menos costosas que las grandes.